En los últimos días, plataformas como X y Facebook se llenaron de memes, sarcasmo y cuestionamientos tras un supuesto cambio en la apariencia de la presidenta Claudia Sheinbaum. Muchos usuarios atribuyeron su rostro más terso a un presunto tratamiento con bótox.

Según señalamientos virales, la mandataria gasta hasta 100 mil pesos mensuales en su imagen, una cifra que contrasta con los principios de austeridad promovidos por su administración. Las críticas van desde el humor ácido, como llamarlo “el bótox del bienestar», hasta señalamientos directos sobre frivolidad en medio de crisis como el caso Teuchitlán, el desabasto de medicamentos y la emergencia nacional de personas desaparecidas.
En algunos hilos incluso difundieron imágenes antiguas y recientes para “demostrar” la diferencia, sin aportar pruebas médicas ni fotografías oficiales que confirmen el procedimiento.
