En redes sociales y medios nacionales, el caso de Guadalupe “Lupita TikTok”, de 22 años y con una discapacidad intelectual presunta, ha desencadenado un intenso debate público.
En abril, la bebé de Lupita fue hospitalizada de emergencia por deshidratación en el Hospital Materno Infantil de Monterrey, lo que motivó al DIF Capullos a iniciar una investigación sobre el entorno familiar. La titular del DIF de Nuevo León, Mariana Rodríguez, explicó que esta revisión no solo considera posibles fallas de cuidado, sino también “un tema de consumo de sustancias que no es aceptable para una recién nacida”. Aunque la influencer niega desconocer estas acusaciones y defiende que su familia no incurre en consumo, las autoridades mantienen la opción de otorgar custodia temporal a un pariente o al propio DIF.
Paralelamente, ha trascendido que el padre de la niña, Ricardo “Sonrris” Medellín, de 46 años, confesó en un podcast haber contraído matrimonio con una adolescente de 14 años cuando él tenía 29, un caso que tipifica estupro bajo la ley. Aunque Medellín corrigió luego la edad, el testimonio generó cuestionamientos sobre la idoneidad de su custodia y la red de protección que rodea a Lupita y su bebé. La posibilidad de que un familiar directo incurriera en abuso sexual infantil agrava el panorama, por lo que se debe de realizar una investigación exhaustiva.
Las redes se han inundado de comentarios que deshumanizan a Lupita, refiriéndose a ella con insultos que resaltan su vulnerabilidad. Usuarios critican duramente su capacidad parental, mientras guardan silencio sobre hombres que abandonan o abusan de menores sin sufrir el mismo repudio público.
Se espera que en los próximos días se concrete una resolución sobre la custodia, con base en los estudios médicos de la menor y una valoración multidisciplinaria del entorno familiar.
