En São Paulo, Brasil, un grupo de mujeres que coleccionan y cuidan muñecas reborn, muñecas hiperrealistas que imitan a bebés reales, ha salido en defensa de su afición tras recibir críticas en redes sociales. Estas mujeres argumentan que su interés por las muñecas es una forma de expresión emocional y, en algunos casos, una herramienta terapéutica.
Las muñecas reborn, elaboradas artesanalmente con vinilo o silicona, presentan detalles minuciosos que las hacen parecer bebés reales, incluyendo peso, textura de la piel y características faciales. Originalmente concebidas como piezas de colección, su uso se ha extendido a terapias para personas que enfrentan pérdidas, infertilidad o trastornos cognitivos como el Alzheimer.

Recientemente, han circulado videos simulando situaciones cotidianas con estas muñecas, como paseos por centros comerciales o simulaciones de parto, se han viralizado en plataformas como TikTok e Instagram.
Las «madres reborn» insisten en que su afición no busca reemplazar a un hijo real, sino ofrecer consuelo y una forma de canalizar emociones. Algunas de ellas han compartido que el cuidado de estas muñecas les ha ayudado a sobrellevar pérdidas personales o a enfrentar desafíos emocionales.