En un giro inesperado, la presidenta Claudia Sheinbaum cortó el listón de lo que calificó como una “Universidad del Bienestar” en pleno terreno del extinto (y carísimo) aeropuerto de Texcoco. La institución ofrecerá programas en Medicina Integral y Salud Comunitaria, Ingeniería Civil e Ingeniería Electromecánica, beneficiando a más de mil estudiantes de la región.
Durante la ceremonia, Sheinbaum destacó la transformación del sitio, anteriormente destinado al cancelado proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, en un espacio dedicado a la educación y al medio ambiente. «En vez de un aeropuerto imposible de hacer por el lugar, hoy visitamos el Parque Ecológico del Lago de Texcoco y pusimos en marcha una Universidad del Bienestar Benito Juárez«, expresó la mandataria .
Sin embargo, han señalado que la edificación se realizó sin una Manifestación de Impacto Ambiental, contraviniendo el Programa de Manejo del Área Natural Protegida Lago de Texcoco. La zona es considerada un ecosistema vital para la biodiversidad del Valle de México, albergando numerosas especies de flora y fauna.
La presidenta defendió la iniciativa, argumentando que la universidad representa una oportunidad para brindar educación superior gratuita y de calidad a comunidades que han carecido de acceso a este nivel educativo.
Y mientras unos se ríen y otros se indignan, lo cierto es que el Lago de Texcoco ahora es hogar de una universidad donde se aprende de todo: desde medicina comunitaria hasta cómo dar clases sin WiFi, sin pupitres y, a veces, sin luz.