En la primera fase de clasificación del Gran Premio de Emilia‑Romaña, Yuki Tsunoda perdió la trazada al rozar el bordillo interior en la entrada de la segunda chicane (Villeneuve), lo que desató un trompo y elevó su monoplaza hasta estrellarse parcialmente contra la barrera con salida de campana incluida.
El coche volcó antes de caer de nuevo en la grava, intacto el habitáculo gracias al halo y la estructura antivuelco. La bandera roja ondeó de inmediato, paralizando la Q1 mientras los comisarios retiraban el RB21 y verificaban la integridad de las protecciones en el circuito de Imola.

Tsunoda salió por su propio pie y, pese al susto, describió más tarde su maniobra como “innecesariamente agresiva”, asumiendo la culpa por el fallo en su radio de equipo.
Red Bull confirmó en sus redes sociales que el piloto fue trasladado al centro médico para chequeos de rutina, recibiendo el alta antes de que concluyera la sesión clasificatoria.
La clasificación regresó a la acción pocos minutos después de la reanudación, una vez despejada la línea y certificadas las condiciones de seguridad en pista.
Tsunoda partirá este domingo desde la parte trasera de la parrilla, a la espera de que su equipo repare el RB21 y pueda competir en la carrera del GP de Emilia‑Romaña.