La narrativa oficial del Gobierno del Estado sobre la nueva inversión de la empresa japonesa Daikin en San Luis Potosí enfrenta serias contradicciones. Mientras la administración de Ricardo Gallardo Cardona presume la inauguración de una tercera planta con una inversión de 7 mil millones de pesos y la generación de hasta 6 mil empleos, la compañía emitió un comunicado aclarando que las cifras difundidas son imprecisas.
En su nota oficial, Daikin Manufacturing México puntualizó que en los últimos años ha invertido 310 millones de dólares (aproximadamente 6 mil millones de pesos) destinados a la apertura de dos nuevas plantas, lo que permitió la creación de más de 3 mil empleos en ese periodo. Actualmente, la empresa asegura contar con más de 3,600 trabajadores distribuidos en cuatro plantas dentro del estado.
En contraste, el discurso del gobernador Gallardo, pronunciado durante su gira en Japón, sostuvo que Daikin inaugurará en octubre su “tercera planta”, con una inversión de 7 mil millones de pesos y la promesa de 3,500 empleos en la primera etapa, que se ampliarían hasta 6,000 en dos años.
Las inconsistencias no son menores. Según la empresa, la cifra de inversión corresponde a un monto ya ejercido en varias etapas y plantas, mientras que el Gobierno lo presenta como un logro exclusivo de su gestión. Asimismo, mientras Daikin habla de hechos consumados —empleos creados y plantas en operación—, la administración estatal presenta las cifras como logros nuevos y promesas de crecimiento futuro.
Aun más, la discrepancia se profundiza en el número de instalaciones: la empresa habla de cuatro plantas en operación, mientras que el Gobierno insiste en inaugurar apenas la “tercera”.

Ambas versiones coinciden únicamente en un punto: el mes de octubre será clave para formalizar la expansión productiva. Sin embargo, el comunicado empresarial deja claro que se trata de una continuidad de inversiones pasadas, no de un logro político reciente.
Con este desmentido, Daikin busca blindar su reputación con datos verificables, mientras el Gobierno del Estado insiste en vestir con propaganda lo que la empresa presenta como parte de su plan estratégico de largo plazo.


