Estudiantes de la Facultad de Derecho “Abogado Ponciano Arriaga Leija” de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) denunciaron actos de violencia política y de género en el proceso de designación de la nueva dirección del plantel, además de exigir que dicha elección se realice con perspectiva de género y transparencia.
A través de un comunicado que se difundió este martes, las alumnas señalaron que profesoras e investigadoras que defienden la necesidad de implementar acciones afirmativas recibieron hostigamiento, desacreditación y burlas durante las últimas semanas. De acuerdo con el pronunciamiento, estos hechos se han expresado en asambleas y espacios académicos bajo un discurso “aparentemente neutral”, pero cargado de misoginia.
Las estudiantes subrayaron que demandar que una mujer encabece la dirección “no es discriminación, sino justicia histórica”, recordando que durante décadas los cargos de decisión han estado ocupados por hombres sin cuestionamiento alguno. Sin embargo, cuando las mujeres buscan participar, añadieron, surgen mecanismos de exclusión y violencia para frenar su avance.
Como ejemplo, mencionaron una asamblea realizada a inicios de noviembre, donde interrumpieron a una de las académicas con gritos y burlas mientras exponía su postura. Las alumnas calificaron este episodio como un acto de discriminación interseccional, al ignorarse además la condición de neurodivergencia de la profesora afectada.
En el documento, el colectivo estudiantil cuestionó qué pueden esperar las alumnas en formación si las mujeres con trayectoria académica enfrentan ese tipo de agresiones. Por ello, exigieron garantías institucionales de respeto, seguridad y no represalia para todas las participantes del proceso de elección.
Asimismo, demandaron que la nueva dirección la ocupe una mujer con experiencia, preparación y compromiso ético, y que la UASLP se comprometa a erradicar el patrón de violencia y silencio que —aseguran— persiste dentro de la institución.
Las estudiantes advirtieron que no tolerarán más intimidaciones ni agresiones, afirmando que “a partir de hoy, ninguna alumna volverá a enfrentar sola una violencia que se origine desde las aulas o los espacios de decisión”. Reafirmaron además que su presencia “no es una concesión” y su derecho a estudiar sin miedo “no es negociable”.
Con el lema “Organizadas, conscientes y sin miedo”, el grupo se sumó al llamado de las profesoras que exigen a las autoridades universitarias garantizar un entorno académico libre de violencia y una dirección con enfoque de igualdad.


