La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) registró en 2025 una notable disminución en el número de recomendaciones emitidas, al pasar de 18 el año anterior a únicamente 5, lo que significa una reducción del 72%. Este descenso generó cuestionamientos de colectivos de personas desaparecidas y activistas, quienes consideran que la baja actividad refleja un compromiso insuficiente con las víctimas.
Ante las críticas, la titular de la CEDH, Giovanna Itzel Argüelles, aclaró que el trabajo del organismo no debe medirse exclusivamente por la cantidad de recomendaciones. Señaló que existen otros indicadores de desempeño y se dijo abierta a que la evaluación incluya comparativos con comisiones estatales de todo el país.
Argüelles ejemplificó que incluso la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, pese a atender una población mayor y más densa, emite entre siete y ocho recomendaciones al año, lo que —afirmó— demuestra que la eficacia institucional no depende del volumen de resoluciones emitidas.
La titular subrayó que la CEDH tiene dos responsabilidades centrales: prevenir violaciones y defender los derechos humanos. Enfatizó que su administración ha priorizado la prevención mediante el impulso de normas y protocolos destinados a reducir riesgos y atender problemas estructurales dentro de las instituciones públicas.
Añadió que la labor preventiva implica visibilizar fallas sistémicas y garantizar la no repetición de abusos, procesos que, aunque menos visibles que la emisión de recomendaciones, constituyen un componente esencial para fortalecer la protección de derechos en el estado.


