La delegación de la Cruz Roja Mexicana en Tamuín atraviesa una crisis sin precedentes que mantiene sin atención médica de urgencia a más de 50 mil habitantes, en un municipio caracterizado por su alta incidencia de accidentes viales y emergencias en comunidades rurales.
Durante septiembre, la base permaneció totalmente inactiva pese a contar con una ambulancia prestada desde Ciudad Valles, la cual tampoco pudo operar ante la falta de socorristas capacitados. Esta situación ocurre tras el deterioro de tres ambulancias y dos camionetas de rescate que hasta hace unos meses cubrían el municipio, pero hoy permanecen desmanteladas o fuera de servicio por falta de mantenimiento.
De acuerdo con testimonios de integrantes de la benemérita, miembros del patronato local habrían ordenado el uso indebido de las ambulancias en supuestas “competencias” con los Bomberos Voluntarios de Tamuín, lo que ocasionó daños severos en transmisiones y turbos. Además, se reporta que despidieron a parte del personal y que los equipos de emergencia quedaron inoperantes.
Las denuncias también alcanzan a presuntos malos manejos del patronato, como la cesión irregular de servicios mortuorios a una funeraria vinculada, además de opacidad en el uso de los donativos recaudados. Esta combinación de factores ha colocado a la delegación al borde de la quiebra.
La falta de atención de la Cruz Roja ocurre en una zona estratégica, atravesada por las carreteras federales 70 y 85, donde se registran decenas de accidentes cada mes. La ausencia de servicios de emergencia incrementa el riesgo de que un percance vial o una urgencia médica tenga consecuencias fatales.
Aunque situaciones similares ya se vivieron en San Luis Potosí y en otras delegaciones del país, el impacto en Tamuín se considera especialmente grave, pues comunidades indígenas y zonas petroleras han quedado sin cobertura.