Desde la designación de Iván Uriel Rodríguez Cardona como rector de la Universidad Tecnológica de San Luis Potosí el pasado 19 de abril, un ambiente de incertidumbre laboral se ha instalado en la institución, luego del despido de al menos 15 trabajadores en las últimas semanas.
De acuerdo con testimonios recabados por este medio, los ceses se han ejecutado sin explicación pública ni el cumplimiento de protocolos formales de selección y contratación, ya que los puestos han sido ocupados casi de inmediato por nuevas personas, en aparente evasión de los lineamientos establecidos para el ingreso al servicio educativo.
Fuentes internas señalan que Rodríguez Cardona llegó a la rectoría acompañado de un equipo de colaboradores cercanos, encargados tanto de apoyar en la gestión administrativa como de supervisar directamente al personal académico. Esta reorganización ha generado preocupación entre docentes y trabajadores administrativos, quienes —bajo condición de anonimato— expresaron temor por la estabilidad de sus empleos.
El sindicato que representa a los trabajadores, afiliado a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), ha optado por el silencio. Hasta el momento, no ha emitido ningún pronunciamiento público ni ha brindado respaldo visible a los empleados afectados.
La falta de claridad institucional y la ausencia de diálogo sindical han agudizado el clima de tensión al interior de la universidad, donde cada día crece el temor de más despidos sin causa ni defensa posible.
Hasta el cierre de esta edición, la Rectoría no ha ofrecido declaraciones sobre los despidos ni sobre las presuntas irregularidades en los procesos de contratación.