En un episodio que deja en entredicho la credibilidad del Gobierno del Estado de San Luis Potosí, Café Tacvba desmintió categóricamente su supuesta participación en la Feria Nacional Potosina (FENAPO) 2025, apenas unas horas después de que se anunciara su presencia como parte del elenco estelar.
Con un mensaje directo, la emblemática banda mexicana dejó claro que “NO hay presentación programada en San Luis Potosí ni en ningún otro lugar”. El desmentido, difundido por los canales oficiales del grupo, no solo echó por tierra la euforia generada por el Gobierno Estatal, sino que dejó al descubierto una alarmante improvisación en la gestión de la cartelera artística del evento más importante del estado.

La reacción en redes sociales no se hizo esperar. Usuarios expresaron su indignación ante lo que consideraron una burla por parte de las autoridades, mientras otros cuestionaron el nivel de improvisación con que se está organizando la feria. “¿Quién confirma a un artista sin contrato firmado?”, se leía entre los comentarios más moderados.
Intentando contener el daño, el Patronato de la FENAPO anunció como “plan B” la participación estelar de Hombres G, banda española que marcó época en los años 80 y 90 con temas como “Devuélveme a mi chica” y “Sufre, mamón” y la agrupación mexicana de genero banda, «La Arrolladora». La propuesta no logró apagar la sensación de engaño entre quienes esperaban a una de las bandas más influyentes del rock latinoamericano contemporáneo.
En un video, el gobernador lamentó no haber concretado la participación de Café Tacvba, pero se escudó en que “aún faltan por develar dos artistas o bandas internacionales más”. Una promesa que, tras este bochornoso episodio, ha perdido todo efecto de sorpresa y credibilidad.
Lo sucedido deja una pregunta incómoda sobre la mesa: ¿cómo es posible que una administración estatal anuncie con bombo y platillo la participación de una banda sin contar con la más mínima confirmación? El manejo de esta situación no solo es un traspié mediático, sino una muestra preocupante de la ligereza con la que se toma la organización de un evento que se presume como “símbolo de tradición y unión familiar”.