La agencia Fitch Ratings recortó la calificación crediticia de largo plazo de San Luis Potosí de “A+ (mex)” a “A (mex)” y alertó sobre la debilidad de su liquidez, que al cierre de 2024 era de apenas 30 millones de pesos frente a deudas de corto plazo por más de 6 mil 194 millones.
El informe señala que, aunque la entidad ha reducido gastos operativos y priorizado inversión, gran parte de estos recursos provienen de créditos quirografarios cercanos al límite legal, lo que agrava su dependencia financiera. Además, el 88% de sus ingresos operativos dependen de transferencias federales.
La calificadora también bajó la nota del financiamiento Banorte 15, vinculado directamente a las finanzas estatales, y advirtió que el perfil de riesgo del estado es “Más Débil”, con capacidad limitada para enfrentar presiones sin deteriorar su desempeño.
Pese a la baja, la perspectiva se mantiene estable. Después de que se le cuestionara sobre el informe, el gobernador Ricardo Gallardo Cardona se limitó a descalificar la información y destacó que el gobierno cuenta con un crédito adicional de 7 mil 500 millones de pesos que, según dijo, “a lo mejor no lo ocupamos”.