Afectado por el síndrome del «niño bulleado» que es violentado y busca después con quién desquitarse, el gobernador del Estado, Ricardo Gallardo Cardona, arremetió por segundo día consecutivo en contra del Ayuntamiento de la capital potosina.
Esta vez, el mandatario utilizó el tema de las vialidades para cargar en contra del municipio. Culpó a las autoridades de la capital de tener en el olvido las calles, mientras que las de Soledad se encuentran en iguales o peores condiciones.
«Vamos a rescatar las calles de la capital, serán 250», prometió, al tiempo de criticar que el Ayuntamiento se cuelga de las obras del Gobierno del Estado.
Con el florido lenguaje que le caracteriza, declaró que «al municipio le vale madre, la gente sabe quién se hace pendejo», mientras calla sobre las condiciones en que se encuentran municipios como Soledad, Villa de Pozos o Ciudad Valles que son gobernados por su partido.