“El que tiene tienda, que la atienda”, reza el refrán popular mexicano, y aplica bien al gobernador Ricardo Gallardo Cardona cuando de intereses personales y hasta económicos se trata.
El mandatario volvió a tomarse horas de su valioso tiempo para visitar nuevamente las instalaciones de la Feria Nacional Potosina, lugar donde se desarrollará en agosto su magno evento personal y de negocios, para el cual eroga millones de pesos del erario público.
“Ahijados, estamos afinando detalles para que puedan disfrutar de la FENAPO. Dimos un recorrido por las instalaciones para supervisar los avances en el mantenimiento y mejoras de todas las áreas de la feria, que en los últimos años ha destacado a nivel nacional por la calidad y la inclusión en sus espacios”, presumió el mandatario en sus redes.
Apenas el pasado 12 de junio, el gobernador había acudido a revisar las instalaciones de la FENAPO acompañado por su esposa, Ruth González. En motos circularon dentro del recinto para constatar que una edición más de la feria —utilizada para la promoción política de él y de la senadora— estuviera en perfectas condiciones. “No se vayan a cansar, méndigos”, escribieron algunos usuarios en la publicación.
Esta gran preocupación por la FENAPO contrasta con el desinterés del mandatario “del pueblo” para visitar, aunque fuera una sola vez, las zonas y colonias de los municipios que resultaron afectados por las inundaciones de las últimas semanas en la Huasteca potosina.
Durante esos días en que cientos de familias quedaron con sus casas bajo el agua, Gallardo Cardona se limitó a compartir únicamente fotografías y buenos deseos de recuperación para los afectados.