Después de las severas críticas que recibió el Gobierno del Estado tras la implementación de una política que busca sustituir las tarjetas de circulación de plástico por versiones de papel, el aparato de propaganda busco desesperadamente justificar el hecho señalando que se trataba de un intento de proteger el medio ambiente. Sin embargo, el Gobierno del Estado continúa inundando de pendones de plástico la vía pública para promocionar la inauguración o finalización de obras en todos los municipios.

Desde que inició la administración de Ricardo Gallardo, este tipo de pendones ha sido una constante en cada evento público, sin que se haya observado un cambio significativo en su uso. Esta práctica persiste, incluso después de que, a mediados de enero, la Secretaría de Finanzas, en medio de una ola de críticas por el alto costo de las nuevas tarjetas, anunciara la eliminación de las tarjetas de circulación plásticas como parte de una presunta estrategia ambiental.
La contradicción se hace evidente cuando el Gobierno del Estado continúa empleando pendones de plástico para promocionar sus obras, a pesar de su compromiso con una política ambiental que, en teoría, debería restringir el uso de este material. Este desacuerdo genera dudas sobre la efectividad de las medidas adoptadas en beneficio del medio ambiente.
