El Hospital Central “Dr. Ignacio Morones Prieto” continúa sin poder realizar trasplantes, pese a que la falta de autorización representa un riesgo directo para pacientes renales que requieren atención urgente.
La cancelación de la licencia por parte de Cofepris se debió a cambios administrativos en el registro y la descripción de funciones del hospital, un trámite que, según denuncia la legisladora Frinné Azuara, se ha manejado con lentitud burocrática.
La situación ha generado inquietud entre los enfermos renales y sus familiares, quienes han convocado a manifestaciones para exigir que el servicio se restablezca. Mientras tanto, los pacientes deben esperar procedimientos fuera del estado o prolongar su tratamiento de manera precaria, lo que refleja un vacío preocupante en la gestión sanitaria local.
Aunque la diputada aseguró que el hospital ya cumplió con todos los requisitos, la licencia sigue sin reactivarse. La demora ha obligado a enfermos a buscar alternativas fuera del estado o a sobrevivir con tratamientos insuficientes.