El incremento del 13% al salario mínimo anunciado por el Gobierno Federal será un factor central en las negociaciones contractuales de 2026, pero también representará un reto para las empresas en un año marcado por la incertidumbre económica, advirtió Fabián Flores, secretario general sustituto de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).
Flores señaló que, aunque el aumento es positivo para los trabajadores y servirá como referencia en los contratos colectivos, el sector industrial enfrenta un escenario complejo debido a la falta de definiciones sobre aranceles y el futuro del T-MEC. Esto, dijo, obligará a la industria a redoblar esfuerzos para sostener los empleos mientras no exista claridad en el entorno comercial.
Explicó que los salarios contractuales suelen estar por encima del mínimo, pero las categorías iniciales han resentido los incrementos recientes. Por ello, muchas empresas ya han ajustado anticipadamente los sueldos de entrada. Las revisiones salariales en sindicatos ya comenzaron y otras iniciarán a principios de 2026.
Flores detalló que cada empresa ajusta sus tabuladores conforme a su situación económica, por lo que los incrementos no necesariamente tendrán que igualar el 13%. Añadió que la inflación anual sigue siendo la referencia para solicitar aumentos adicionales en las distintas categorías, pues ningún salario puede quedar por debajo del mínimo legal.
Ante el panorama incierto, destacó que la prioridad de las organizaciones sindicales será asegurar la continuidad de los empleos y buscar las mejores prestaciones posibles mientras la industria espera definiciones sobre el acuerdo comercial que permitan planear e invertir nuevamente a mediano y largo plazo.


