El diputado local de Movimiento Ciudadano (MC), Marco Gama Basarte, incurrió en una contradicción pública respecto a la reforma conocida como “Ley Ruth”, aprobada este domingo por el Congreso del Estado, al votar a favor de un esquema que obliga a que la candidatura a la gubernatura en 2027 sea exclusivamente para mujeres, pese a que semanas antes se había pronunciado en contra de ese mecanismo.
Hace aproximadamente un mes, el legislador sostuvo que la paridad debía garantizarse sin imponer, desde la ley local, que una entidad en específico reservase la candidatura únicamente para mujeres. En rueda de prensa, Gama afirmó que la “verdadera paridad” consistía en permitir que los partidos políticos definieran sus postulaciones, siempre dentro del marco ya establecido de 50 por ciento de candidaturas para mujeres y 50 por ciento para hombres a nivel nacional. En ese contexto, rechazó que se hiciera obligatorio, por vía legislativa, que en San Luis Potosí solo pudieran competir mujeres por la gubernatura, al considerar que esa decisión correspondía a los partidos y podía resultar “tendenciosa”.
Sin embargo, este domingo el diputado votó a favor de la Ley Ruth, una reforma constitucional local que precisamente fija esa regla para el proceso electoral de 2027. Tras la aprobación, Gama defendió su voto argumentando que se trata de “poner las reglas parejas” y avanzar hacia la igualdad sustantiva, además de enmarcar la decisión como parte de un momento histórico y de adaptación a nuevas reglas democráticas que, dijo, benefician al género femenino.
Cuestionado directamente sobre el contraste entre su postura previa y la actual, el legislador señaló que hubo diálogo con la dirigencia nacional de Movimiento Ciudadano y que se trata de una reforma constitucional que no podía tomarse “a la ligera”. Afirmó también que el partido cuenta con perfiles femeninos competitivos y que la modificación obliga a todas las fuerzas políticas a elevar su nivel de competencia bajo las mismas reglas.
El cambio de posición de Marco Gama ocurre en un contexto de debate intenso sobre la alternancia de género y el alcance de las reformas en materia de paridad, y deja constancia de una evolución —o ajuste— discursivo del diputado, quien pasó de cuestionar la imposición legislativa de la medida a respaldarla en el pleno.
