El gobernador de San Luis Potosí afirma que no hay confrontación con el Ayuntamiento, pero en sus redes sociales lanza críticas directas y contradice su propio discurso institucional.
En un nuevo episodio de contradicciones políticas, el gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, aseguró públicamente que existe “cordialidad, trabajo y entendimiento” con los ayuntamientos, negando cualquier confrontación con la administración capitalina. Sin embargo, sus redes sociales —particularmente sus transmisiones en vivo— lo desmienten con claridad.
En un video institucional, Gallardo acusó a los medios de comunicación de orquestar “campañas negras” en su contra, restándoles credibilidad y atribuyéndoles la intención de generar conflictos entre los niveles de gobierno. “No es momento de enfrentarse con nadie”, declaró, con tono conciliador. “Todos somos grandes en la política”.
Pero la máscara de cordialidad no le duró mucho.
En dos transmisiones en vivo a través de su cuenta personal de Facebook, el mandatario estatal deslizó indirectas y críticas veladas al Ayuntamiento de la capital. Primero, al referirse a la clausura de una pizzería —que él calificó como negocio de sus “ahijados”— prometió apoyo y arremetió con un tono abiertamente parcial: “Conmigo sí van a contar y le vamos a hacer hasta donde tope”, dijo, personalizando un conflicto administrativo.
Luego, al leer los comentarios de usuarias y usuarios que exigían atención a los baches, lanzó una clara crítica: “Ya vamos a hacer nosotros el trabajo que a otros les toca y que no lo hacen”. Más aún, menospreció acciones del Ayuntamiento como la pintura de camellones y canchas, para luego apropiarse del discurso de eficiencia: “Nosotros los vamos a apoyar también con los baches, con todo gusto”.
La contradicción es evidente: mientras en los foros oficiales predica unidad institucional, en sus redes sociales deja ver su verdadero talante. El discurso de paz, colaboración y respeto institucional se diluye cuando el gobernador toma el celular y habla sin filtros a su base de simpatizantes.