Cansados del abandono institucional y preocupados por la seguridad de sus hijos, padres de familia del jardín de niños IPI tomaron las instalaciones del plantel, ubicado a escasas cuadras de la presidencia municipal. Con cartulinas y consignas, exigieron atención urgente a las graves deficiencias estructurales que presenta la escuela.
Las familias señalan que, a pesar de que el kínder tiene más de cinco décadas en funcionamiento, nunca ha recibido mejoras sustanciales en infraestructura. Actualmente, denuncian que los baños están inservibles, no hay suministro de agua y al menos dos salones presentan daños estructurales severos, con riesgo de colapso. También se alertó sobre un posible hundimiento de suelo, agudizado por las recientes lluvias.

“Queremos seguridad para nuestros niños” y “Gobernador y presidente municipal, estos niños también son potosinos y soledenses”, son algunos de los mensajes que se podían leer en las pancartas colocadas en el portón del plantel, en señal de protesta.
Lo que más indigna a los manifestantes es la falta de respuesta de las autoridades, particularmente del municipio, a pesar de la cercanía del plantel con el palacio municipal. Aseguran que las solicitudes de apoyo han sido reiteradas, pero sin respuesta alguna.