La noche del jueves 17 de julio, un incidente indignante dejó en evidencia —una vez más— la falta de voluntad de las autoridades municipales para proteger a la ciudadanía, y su afán por desviar la atención cuando los hechos les resultan incómodos. El automóvil del director general de Zona Potosina SLP, Esteban Espinoza Hernández, fue embestido por una camioneta mientras se encontraba debidamente estacionado frente a su domicilio, en la colonia Infonavit de este municipio.
Lejos de tratarse de un accidente fortuito, testigos presenciales señalan que se trató de un acto premeditado. El conductor de la camioneta huyó del lugar, sin que elementos de Seguridad Pública ni Tránsito Municipal hicieran el más mínimo esfuerzo por detenerlo. Lo insólito vino después: tres patrullas llegaron al sitio no para perseguir al agresor, sino para intentar llevarse el vehículo afectado con una grúa, como si el verdadero problema fuera la víctima y no el atacante.
Fue la reacción firme de los vecinos lo que impidió que la autoridad cometiera un abuso más. Con decisión y coraje, exigieron lo obvio: que se actúe contra quien causó el daño, no contra quien lo sufrió. El episodio no sólo revela una cadena de omisiones, sino una actitud que raya en la complicidad.
Este viernes, Zona Potosina hará públicos los videos captados por cámaras de seguridad vecinales, material que formará parte de la denuncia correspondiente. Aunque confiamos en que las instancias competentes actuarán conforme a derecho, no podemos ignorar el contexto: este medio ha señalado en múltiples ocasiones el hostigamiento sistemático que enfrentan comerciantes, activistas y periodistas críticos del gobierno municipal encabezado por Arnulfo Urbiola.