Lo que pretendía ser un mensaje institucional de concordia y respeto a los derechos fundamentales se convirtió en un búmeran político para el gobernador Ricardo Gallardo Cardona. El pasado 7 de junio, en el marco del «Día de la Libertad de Expresión», tanto la cuenta oficial del Gobierno del Estado de San Luis Potosí como el propio mandatario publicaron mensajes de felicitación hacia los periodistas. Lo que no esperaban era la contundente respuesta de la ciudadanía, que dejó al descubierto un sentir generalizado de inconformidad y hartazgo.
Basta leer los cientos de comentarios que rápidamente inundaron las publicaciones. Lejos de generar aplausos o agradecimientos, el gesto fue interpretado por muchos como un acto de cinismo político. Los usuarios no escatimaron en señalar las prácticas autoritarias, la censura en medios locales y la opacidad del actual gobierno estatal.

«¿Qué celebra? ¡Solo a sus chayoteros, lambebotas y a quien ustedes dominan y tienen amenazados!«, expresó contundente una usuaria. El tono crítico se repitió una y otra vez: «No hay libertad de expresión, si no no bloqueara las páginas de gobierno a las personas que expresan su inconformidad«, apuntó otra internauta.
Los señalamientos no se limitaron al manejo mediático; también hubo referencias directas a hechos recientes que han quedado grabados en la memoria colectiva. Una cuenta recordó el incidente en que el propio Ricardo Gallardo arrebató un celular a un reportero durante una entrevista: «Eso me hizo recordar cómo el día que entrevistaron a Ricardo Gallardo Cardona y le arrebató al reportero el celular.«
Por su parte, otro usuario resumió en un comentario lo que para muchos es la contradicción de fondo: «Qué irónico cartel, viniendo de un gobierno que copta parte de los medios locales que lo adulan falsamente y lo encubren.»
Otros fueron más tajantes. Un hombre sintetizó el sentir de varios usuarios con un directo: «Díganle a su patrón que CHTPM.« Mientras otro más denunció prácticas de manipulación digital: «¿Cuál libertad de expresión? Si se la pasan borrando los comentarios malos y tienen a los trabajadores bien obligados a comentar las publicaciones.«
El intento fallido de celebrar la libertad de expresión quedó, irónicamente, expuesto en el propio terreno donde más se evidencia su carencia: las redes sociales. Entre burlas y denuncias, un mensaje quedó claro: para una gran parte de los potosinos, el actual gobierno está lejos de garantizar un espacio donde se escuche y respete la crítica.
Al final, entre emojis de carcajadas y comentarios de incredulidad como «Muy buen chiste», «Ahora resulta», «Hipocresía sin límites» y «Es broma, ¿verdad?», el evento virtual terminó evidenciando no un logro democrático, sino una fractura entre el discurso oficial y la percepción ciudadana.