La desaparición de personas se mantiene como uno de los problemas sociales más graves en México, con efectos directos en la seguridad pública, la impartición de justicia y la cohesión social. En este escenario, San Luis Potosí ha comenzado a destacar por el crecimiento constante de casos, una tendencia que ha encendido alertas entre autoridades, especialistas y colectivos ciudadanos.
Datos federales y reportes de organizaciones civiles coinciden en que la entidad acumula más de mil personas desaparecidas en un solo año, pese a que las cifras oficiales locales no siempre reflejan con claridad la magnitud del fenómeno. Este volumen de casos coloca al estado en una situación preocupante dentro del panorama nacional, especialmente por el incremento sostenido registrado en los últimos periodos.
A nivel país, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) contabiliza actualmente más de 125 mil personas sin localizar. La mayor concentración de casos se presenta en entidades como Estado de México, Jalisco, Tamaulipas, Michoacán y la Ciudad de México, lo que históricamente ha marcado el foco de atención en estas regiones.
Si bien San Luis Potosí no figura entre los estados con mayor número absoluto de desapariciones, el comportamiento al alza de las cifras ha generado preocupación por la posibilidad de que el problema se profundice. La tendencia refuerza la exigencia de acciones preventivas, mecanismos de búsqueda más eficaces y mayor coordinación institucional para atender una problemática que continúa expandiéndose en distintas regiones del país.


