San Luis Potosí volverá a ser sede del Congreso y Campeonato Nacional Charro en 2026, una decisión que ha desatado indignación entre aficionados y participantes del deporte nacional al ser por tercera ocasión en menos de 4 años sede de este evento, una medida que contraviene los estatutos de la Federación Mexicana de Charrería (FMCH), que prohíben que una misma entidad albergue el torneo por tercera ocasión, salvo circunstancias excepcionales.
El gobernador Ricardo Gallardo Cardona habría utilizado su influencia para asegurar que la Arena Potosí repita sede en donde la venta de ron del potosí, hielos y refrescos eran parte de los ingresos de la empresa familiar como en las ediciones anteriores en su obra emblemática donde buscará corregir su pifia del año pasado en donde intentará ejecutar la Cala de Caballo, con un magnífico ejemplar de algunos millones de pesos intentará dejar atrás el trago amargo de la descalificación oficial que sufrió delante de toda la gente en la edición 2024.
Nuevamente sin ofrecer transparencia sobre la designación de San Luis Potosí, aficionados denunciaron en redes sociales que la decisión no resultó de votaciones libres, sino de “presuntas injerencias externas y compra de voluntades”, cuestionando la legitimidad del proceso de selección misma que esperaba la designación de Zacatecas con la asistencia del gobernador de Zacatecas, se ignoró a David Monreal Ávila como sede pese a contar con tradición charra y las instalaciones necesarias.
En 2024, el periodista y charro Ramón González Barbet reveló en Milenio que el Instituto Potosino de Cultura Física y Deporte (INPODE) habría erogado al menos 30 millones de pesos a la FMCH por las dos últimas ediciones del torneo celebradas en San Luis Potosí. Para contraste, Antonio Salcedo, presidente de la Federación, habría recibido 10 millones de pesos de la Comisión Nacional del Deporte en los últimos dos años, mientras que el gobierno potosino gastó el triple, en lo que representa un uso excepcional de recursos públicos para un evento privado.
La polémica se profundiza al ser la primera vez que el torneo se realiza por tercera ocasión en un mismo estado. González Barbet acusó en 2024 que pudieron utilizar mal parte de los recursos, citando un torneo de golf privado en 2023 y un viaje familiar al Mundial de Qatar en 2022, coincidiendo con pagos de gobiernos estatales a la FMCH, lo que plantea serias dudas sobre la ética y la rendición de cuentas.
Mientras tanto, el gobernador de Zacatecas, David Monreal Ávila se quedó vestido y alborotado ante la decisión en donde por mayoría de votos se ganó la sede dejando a Aguascalientes, Jalisco y Zacatecas dejando ver en redes sociales que para la comunidad charra no existe transparencia sobre la elección de la sede y el manejo de los recursos, mientras la sospecha de favoritismos y conflictos de interés empaña la imagen del torneo nacional.


