Mientras los casos se acumulan y se acumulan en su escritorio, la fiscal General del Estado, Manuela García Cázares, pierde el tiempo en reuniones que poco provecho tienen directamente para la población que exige una procuración de la justicia pronta y expedita, no acumulación de tazas de café degustadas en reuniones con el gobernador, Ricardo Gallardo.
Esta mañana, mientras los potosinos y potosinas esperan información sobre avances en la investigación del homicidio del joven Jorge en las cercanía de zona universitaria, o del asesinato de un policía de la Guardia Civil, o del ataque a balazos en la casa del director del penal de La Pila, la fiscal prefirió acudir a una nueva reunión con el gobernador y con los magistrados del Poder Judicial para, según ellos, “fortalecer la coordinación y el trabajo en equipo, que nos permiten seguir impulsando acciones en beneficio de todas y todos los potosinos”.
Apenas el pasado 10 de noviembre, la fiscal acudió a otra reunión con el gobernador, quien no se para en un mesa de seguridad desde enero de este año, para “fortalecer las estrategias conjuntas que permitan brindar mayor seguridad a las familias potosinas”, de las cuales cuestionan los potosinos los resultados, ya que no se observan por ningún lado.
Esta política de reuniones de café y pocos resultados son una constante en la Fiscalía, la cual ya no solamente no informa los hechos delictivos, sino que los esconde, como ocurrió en las últimas horas con el ataque armado a la casa del director de La Pila, del cual no se ha dicho ni pío-pío.


