Fiel al nuevo eslogan de su administración, el gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, volvió a apropiarse “sin límites” de un logro ajeno, esta vez relacionado con la nueva ruta aérea San Luis Potosí–Atlanta.
A través de sus redes sociales, el mandatario aseguró que dicha conexión fue resultado de sus gestiones. Sin embargo, el Ayuntamiento de la capital informó mediante un comunicado que la negociación para concretar este vuelo tomó más de dos años y fue encabezada por el alcalde Enrique Galindo.
El afán del gobernador por adjudicarse méritos ajenos alcanzó hoy un nuevo nivel. Durante el evento inaugural en el aeropuerto Ponciano Arriaga, al alcalde se le impidió tomar la palabra, a pesar de que su administración fue clave en la concreción del proyecto. En respuesta, el Ayuntamiento cortó la transmisión justo en el momento en que Gallardo comenzó su discurso.
Paradójicamente, minutos antes del incidente, el secretario general de Gobierno, Guadalupe Torres Sánchez, había declarado que “la ciudad nos requiere unidos y no en pleitos absurdos, o inclusive en pleitos generados por terceros”. Una afirmación que, a juzgar por los hechos, parece no aplicar para su jefe. Por el contrario, da la impresión de que Gallardo no solo ignora el llamado a la unidad, sino que lo sabotea con entusiasmo.