Mientras la Sala Monterrey del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó la restitución de consejeras y consejeros estatales del PRI que fueron removidos por no alinearse con el liderazgo de Sara Rocha Medina, la diputada local ha optado por el silencio. Hasta el cierre de esta nota, Rocha Medina no ha emitido declaración alguna sobre el fallo que representa un revés directo a su estrategia de control interno en el partido.
Lejos de encarar públicamente la resolución, la legisladora del PRI presentó una iniciativa en el Congreso local para mejorar las condiciones laborales de los elementos de seguridad pública municipal, lo que muchos podrían leer como un intento de desviar la atención del golpe político recibido.
En sus redes sociales, tanto en el perfil personal como en el institucional, la diputada se ha limitado a difundir actividades de corte asistencialista, como la entrega de tinacos en comunidades rurales, además de mensajes por el Día de las Madres y el Día del Docente. Ninguna mención al fallo del tribunal, pese a su relevancia partidista.
El fallo del Tribunal Electoral, exige acciones inmediatas y pone en entredicho la forma en que se ejerce el poder dentro del PRI estatal. El mutismo de Rocha Medina ante esta resolución crítica no pasa desapercibido, y abre interrogantes sobre su disposición al diálogo y la pluralidad en la vida interna del partido.