La comunidad universitaria potosina reaccionó con indignación ante las declaraciones y publicaciones del gobernador Ricardo Gallardo Cardona, quien intentó atribuirse los avances en el caso de violación ocurrido en la Facultad de Derecho de la UASLP. Estudiantes y ciudadanos acusaron al mandatario de oportunismo político y de intentar vulnerar la autonomía universitaria.
Lo que el gobernador Ricardo Gallardo Cardona presentó como un “logro institucional” fue recibido por la ciudadanía como una ofensa y una provocación. En redes sociales, las publicaciones del mandatario se inundaron con miles de comentarios que reconocen únicamente a los estudiantes de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) como responsables de los avances en la investigación del caso de violación que conmocionó a la comunidad universitaria.
“Gracias a los alumnos de la UASLP que levantaron la voz. Viva la autonomía”, escribió una usuaria, sintetizando el sentir general. Otros mensajes fueron más duros: “No te metas con la universidad, gobernador”; “Fue por la presión de los estudiantes, no por tu gobierno”; “Si quiere apoyar, pague lo que debe a la UASLP”.
Los comentarios reflejan un rechazo unánime al uso político de una tragedia, así como una defensa firme de la autonomía universitaria, principio que consideran amenazado por la narrativa oficial. Entre los mensajes con más reacciones, se leen críticas que acusan al gobernador de buscar protagonismo en un momento de crisis:
“Ahora sí se va a colgar la medalla por la captura. Pero los universitarios no olvidamos que intenta desvirtuar nuestro movimiento para no pagar lo que le debe a la UASLP”.
La indignación surge en medio de un clima de tensión en San Luis Potosí, donde la comunidad universitaria ha encabezado manifestaciones, bloqueos y concentraciones pacíficas para exigir justicia por la violación de una alumna dentro de la Facultad de Derecho.
El caso puso en evidencia la indiferencia institucional y la falta de perspectiva de género en la atención de las víctimas, obligando a las autoridades a actuar solo después de la presión estudiantil.
Frente a ello, el gobernador Gallardo —quien mantiene una relación tensa con la UASLP por conflictos presupuestales— intentó presentar los avances del caso como resultado de la “acción rápida” de la fiscalía, lo que detonó una respuesta inmediata de repudio público.
El episodio exhibe un punto de quiebre entre el gobierno estatal y la comunidad universitaria. La UASLP, históricamente símbolo de autonomía y pensamiento crítico, enfrenta ahora el intento de injerencia de un gobierno que busca convertir la indignación social en narrativa política.
Los potosinos lo tienen claro: la justicia no llegó por voluntad del poder, sino por la fuerza del estudiantado.
