La noche del 24 de abril, sujetos en motocicleta acribillaron a balazos a María del Carmen Morales, integrante del colectivo Guerreros Buscadores, y a su hijo Jaime Daniel Ramírez Morales en un parque de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco. Morales llevaba un año buscando a su otro hijo desaparecido, Ernesto Julián, y había sufrido amenazas tras colaborar en el hallazgo del “campo de exterminio” del Cártel Jalisco Nueva Generación en Teuchitlán. La Fiscalía de Jalisco, pese a estas evidencias, minimizó la relación del ataque con su activismo, argumentando que el objetivo principal habría sido su hijo.
Según Jacobo Dayán, director del Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM, “desde 2010, 30 madres buscadoras han sido víctimas de la violencia, 26 asesinadas y cuatro desaparecidas; 24 de esos hechos ocurrieron en los seis años recientes, durante las administraciones de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum”; con los estados más afectados en Guanajuato (8), Michoacán (3), Sonora (3), y Jalisco (2).
Datos de la Fiscalía Federal cifran en más de 127 mil las personas desaparecidas en México, sin que se registre una disminución significativa en los últimos años.
