Bajo la dirección de Yoás Saimon Ramírez Graullera, el Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Aplicaciones Interactivas para la Neuro-Rehabilitación (LANR) ha desarrollado 15 videojuegos y al menos seis dispositivos diseñados ad hoc para estimular funciones motoras y cognitivas mediante ejercicios lúdicos de repetición controlada. Estas innovaciones se basan en el principio de neuroplasticidad, que permite al cerebro reorganizar sus conexiones neuronales durante los primeros seis meses tras una Evento Vascular Cerebral (EVC).

El LANR forma parte del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM y cuenta con un equipo interdisciplinario de ingenieros, neurocientíficos y terapeutas que colaboran para diseñar y evaluar sus prototipos en entornos clínicos. Entre los dispositivos propios destacan:
- Mouse ergonómico con neopreno para fortalecer la mano en casos de debilidad o rigidez.
- Joystick adaptado, similar a una palanca de videojuegos, que facilita movimientos de muñeca y antebrazo.
- Rodillera electrónica que registra extensiones y flexiones de la pierna durante el ejercicio.
- Volante interactivo para movimientos bimanuales en un videojuego de “carretera infinita”.
- Guante de datos que identifica el contacto del pulgar con otros dedos, clave para recuperar motricidad fina.
Estos dispositivos se integran con títulos como Odisea culinaria, Charlie’s Escape y Neu Connection, donde los pacientes realizan tareas como preparar recetas o enlazar “neuronas” en un entorno virtual.
En estudios con pacientes crónicos, considerados fuera de la ventana óptima de plasticidad, los juegos demuestran ser seguros. Con pacientes subagudos, que llevan los dispositivos a casa, se han observado mejoras significativas en movilidad de hombro, codo y mano, así como en atención, memoria de trabajo y orientación visoespacial.
