En un contundente llamado de atención, la periodista Sofía García advierte que en San Luis Potosí el gallardismo ha cruzado una frontera más en su afán de control político. En su columna publicada en El Heraldo de México, García documenta una preocupante estrategia del gobierno estatal: convertir a maestras y maestros en replicadores forzados de la propaganda oficial.
“El gallardismo ha cruzado otra línea”, sentencia García. Ya no se trata sólo de apropiarse de los presupuestos o de las estructuras partidistas; ahora, el aparato gubernamental pretende colonizar las redes sociales del magisterio. Docentes de nivel medio superior y superior del estado han comenzado a alzar la voz contra esta práctica que, como describe la periodista, “no es una sugerencia. Es una instrucción que viene desde lo más alto”.
Según lo revelado por García, los mensajes que circulan en los grupos de WhatsApp de los planteles son claros: “favor de compartir”, “urge que todos repliquen esta publicación”, “es instrucción de arriba”. Y detrás de estos mensajes, no sólo hay presión, sino seguimiento y advertencias explícitas: quien no obedezca podría perder horas clase o ser excluido de apoyos gubernamentales.
“La estrategia es tan burda como peligrosa”, subraya García. Se está utilizando la estructura educativa como un brazo de propaganda personal, bajo el disfraz de “apoyo institucional”. En sus palabras, lo más grave es que se está normalizando el chantaje como mecanismo de operación política: o haces campaña digital para el gobernador Ricardo Gallardo Cardona y la senadora Ruth González Silva, o enfrentas las consecuencias.
La columnista también destaca cómo el clima de intimidación se extiende a otros ámbitos. En Tamazunchale, docentes que convocaron a una reunión para denunciar el abandono de las escuelas —muchas sin servicios básicos desde hace años— fueron amedrentados por el secretario de Educación estatal, Juan Carlos Torres Cedillo.
Mientras tanto, la indignación crece. “Las escuelas se caen a pedazos”, denuncian los maestros, mientras el gobierno de Gallardo prioriza festivales y espectáculos. García pone el dedo en la llaga: el estado reprime a quienes luchan por mejorar la educación y les niega soluciones, mientras exige que aplaudan al poder en redes sociales.
“La línea entre lo legal y lo descarado ya no existe en SLP”, concluye la columnista. Y la comunidad docente lo resume con claridad: “no estamos para aplaudirle al poder en las redes sociales”.