La Fiscalía General del Estado de San Luis Potosí anunció que el asesinato de la empresaria Sandra Revilla, ocurrido el pasado 10 de mayo dentro de su establecimiento comercial, es investigado como un caso de índole personal y no como parte de una ola de violencia generalizada.
En rueda de prensa, la fiscal Manuela García Cázares afirmó que los primeros indicios apuntan a un móvil específico relacionado con la víctima y no a un patrón de violencia sistémica. “Estamos considerando que es un tema particular”, declaró, y agregó que mantienen contacto con la familia para informar sobre los avances en la investigación, aunque han evitado difundir más detalles por respeto a la voluntad de los deudos.
Sandra Revilla fue atacada a plena luz del día por dos sujetos que ingresaron a su negocio, ubicado en el Anillo Periférico, muy cerca de las instalaciones del Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C5), considerado uno de los nodos clave en la estrategia estatal de videovigilancia. Los atacantes le dispararon en al menos tres ocasiones, provocando su muerte en el lugar.
El hecho ha causado consternación no solo por el perfil de la víctima, sino por las circunstancias del crimen: en una zona de alta circulación y supuestamente bajo monitoreo permanente, los agresores pudieron cometer el homicidio y escapar sin ser detenidos de inmediato.