Pese a su renovada fachada y los anuncios oficiales sobre una transformación integral, la Unidad de Manejo Animal del Parque Tangamanga I, conocida como el “mini zoológico”, continúa sin concluir sus trabajos de rehabilitación, exhibiendo un abandono que preocupa tanto por razones estéticas como por el bienestar de los animales.
Las obras, iniciadas hace más de dos años, aún no han sido entregadas por la Secretaría de Desarrollo Urbano. Aunque el acceso principal muestra una imagen remozada, la parte trasera del recinto revela una realidad muy distinta: jaulas deterioradas, infraestructura incompleta y condiciones inadecuadas para los ejemplares que ahí habitan.
La directora de los parques Tangamanga, Ana Pineda, explicó que los trabajos continúan, pues se busca crear un entorno digno y funcional para más de 500 animales, pertenecientes a 75 especies diferentes, que viven entre los dos parques recreativos de la capital. Aseguró que el proyecto incluye una visión novedosa, donde se pretende cambiar la experiencia del visitante: «Estamos buscando una estrategia en la que los usuarios sean quienes estén en un entorno controlado, mientras los animales tengan más libertad«, señaló.
