Hoy, más de 3 mil 259 trabajadores de la educación en San Luis Potosí, activos y jubilados, están en paro de labores. No por gusto, no por desinterés hacia sus estudiantes, sino porque se les ha empujado al límite.
Nuestra capital potosina conocida por su belleza arquitectónica, su gastronomía y su historia, desde 2021 se complementa con este significativo festival, donde se ve materializado todo el esfuerzo del Ayuntamiento capitalino.
El aparato estatal se ha puesto al servicio de una sola persona, desviando recursos públicos, estructura gubernamental y hasta programas oficiales para construir una imagen política que no se sostiene por mérito propio.
¿Cómo podemos justificar una decisión así cuando no existe un motivo claro, un plan concreto o, peor aún, una consulta previa con las familias afectadas?