La fiscal General del Estado, Manuela García Cázares, se lavó las manos respecto al video filtrado a un medio de comunicación del interrogatorio al presunto homicida del joven Jorge Dávila, al afirmar que ella no sabe ni cómo ni cuándo se difundió el material.
Para desmarcarse del asunto, fiel a su eterna costumbre, la fiscal salió con el mismo discurso de siempre: «abrimos una carpeta, estamos investigando». Mencionó que se realiza una investigación interna para determinar cómo se filtro el video. Es decir, agentes de investigación investigando a sus propios compañeros.
Cuestionada sobre si esta filtración pudiera contaminar el proceso contra los victimarios, la fiscal lo negó, sin embargo sí reconoció que no podrá tomarse en cuenta como evidencia. García Cázares confirmó además, hasta 8 días después de la filtración, que existen 2 personas detenidas por este caso.
Para rematar en sus penosas declaraciones, la fiscal puso incluso en duda, a pesar de todas las evidencias, que el video pudiera ser real, lo cual representa una burla y tomadura de pelo para los potosinos y potosinas que esperan de la fiscal a alguien implacable cuando se comete algún delito o alguna violación al debido proceso desde la propia institución que ella encabeza.


