El gobierno de Perú anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con México tras conocerse que la ex primera ministra Betssy Chávez Chino, procesada junto al ex presidente Pedro Castillo por el intento de golpe de Estado de 2022, recibió asilo en la embajada mexicana en Lima. Sin embargo, las autoridades peruanas aclararon que no habrá asalto ni incursión en la sede diplomática.
El canciller peruano, Hugo de Zela, calificó el asilo como un “acto inamistoso” y lamentó la “equivocada e inaceptable posición” del gobierno mexicano, al que acusó de interferir reiteradamente en los asuntos internos de su país. Agregó que, pese al rompimiento diplomático, las funciones consulares se mantendrán para proteger a los ciudadanos de ambos países.
Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México consideró la decisión “excesiva y desproporcionada”, ya que aseguró que el asilo que le otorgaron a Chávez se sustenta con la Constitución mexicana y en la Convención de Caracas, ya que la ex funcionaria afirmó ser víctima de violaciones a sus derechos.
El presidente interino de Perú, José Jeri, defendió la medida y dio un plazo a la encargada de negocios mexicana, Karla Tatiana Ornelas Loera, para abandonar el territorio. En contraste, México reiteró que el asilo político “no puede considerarse un acto inamistoso” y reafirmó su compromiso con el derecho internacional.
Las tensiones entre ambos países se remontan al intento fallido de Pedro Castillo por disolver el Congreso en diciembre de 2022, tras lo cual lo detuvieron cuando buscaba refugio en la embajada mexicana. Desde entonces, las relaciones bilaterales han estado marcadas por choques diplomáticos y declaraciones críticas entre ambos gobiernos.


